viernes, 10 de julio de 2009

Fundamentos para la Convivencia Humana

Fundamentos para la Convivencia Humana
El hombre y la mujer como seres sociales están llamados a vivir en permanente búsqueda de la complementariedad y la armonía con sus semejantes y con el medio que les rodea. Esta relación se denomina "convivencia".
Convivir significa estar convencidos de que no viven solos en el mundo, sino que formamos parte de una gran: familia, habitantes de un mismo mundo en el cual tenemos que compartir derechos, deberes y recursos, haciendo así posible la vida en común.
Para ello no basta con cumplir lo establecido en la ley. Hay que estar animados interiormente por los valores que le dan sentido a esa ley; saber qué es justo, qué es bueno y meritorio y qué es innoble o indigno.

Participación
Toda persona tiene el legítimo derecho de participar con sus iniciativas y opiniones en la orientación de su vida, de sus propios estudios, de la elección del estado civil, de la modalidad de su trabajo, etc.
La primera condición es tener conciencia de su responsabilidad colectiva y saber cuál es el medio más adecuado y el alcance de su intervención.
No se trata solamente de saber sobre la participación, sus modalidades, la forma como está garantizada la Constitución y su utilidad para asegurar un proceso educativo democrático. Es necesario que en los establecimientos educativos se pongan en práctica sistemas de participación que permitan interiorizar los valores de la convivencia, de la democracia y de la acción solidaria. La participación se aprende participando!.
Los directivos y docentes deben asumir actitudes que induzcan y permitan amplia intervención de los alumnos en su proceso formativo. Para lograrlo la Entidad cuenta con El Comité de Formación Integral, constituido por personas representantes de la comunidad educativa del Centro. Este comité toma decisiones, impulsa el desarrollo del Centro y evalúa el proceso de la formación.

Comunidad Educativa

En los Centros de Formación Profesional del SENA se entiende por comunidad educativa la convergencia de instructores, personal administrativo y de apoyo, alumnos, padres de familia y empresarios, para el desarrollo del proceso educativo.
La integración entre las diversas personas de la comunidad y las funciones de cada uno de ellos fortalece y dinamiza la relación de cada integrante y amplía la cobertura de su acción.
Las interrelaciones se hacen realidad en la participación, en la representatividad y en la corresponsabilidad.
Ninguna persona de la comunidad, si realmente pertenece a ella, puede quedar marginada en su ser o en su Que hacer. Sólo así cada individuo es comunidad.
Es, pues, un proceso acumulativo e integrador de:
Las políticas y metas educativas que proponen el Centro y los empresarios para responder a las necesidades del medio laboral. Los intereses y expectativas que tienen, tanto el alumno como la comunidad, con el propósito de crecer cultural y técnicamente, para proyectarse personal, familiar y socialmente

Valores y Actitudes

Para obtener nuestra realización y apoyar la de los demás se presenta una síntesis de aquellos valores y actitudes que mayor incidencia tiene en la construcción permanente de la convivencia, de tal modo que se constituyan en instrumentos de apoyo para toda la comunidad educativa de los Centros de Formación del SENA.

1. Valores

Tolerancia
Entre los derechos fundamentales de la persona está el de pensar libremente y expresar sus ideas de palabra y por escrito. La Tolerancia es, en primera instancia, el respeto y el reconocimiento de este derecho fundamental.
La Tolerancia es una necesidad de la vida social, el mejor acierto para garantizar nuestras relaciones, y la más elocuente demostración del grado de cultura y madurez de nuestra personalidad.
La Tolerancia empieza en la persona y termina en el respeto de sus ideas, sus creencias, y su comportamiento. En la Tolerancia descansa la convivencia humana.
Nos hace comprender plenamente los derechos y posiciones de nuestros semejantes; da estabilidad a nuestro carácter, justicia a nuestros conceptos, respeto a nuestra actitudes, prestigio a nuestras relaciones.
No permitir que se ejerza el derecho de disentimiento, y pretender unificar todos los criterios nos lleva ineludiblemente al choque, a veces violento, con otras personas.


El Servicio a los demás
La forma del servicio a los demás cubre todos los aspectos de la vida. Originado fundamentalmente en el interés y apertura hacia la comunidad, se concreta en el compromiso auténtico y la entrega en el campo de la enseñanza, en la solidaridad con los demás y participación social con miras a lograr un bien común.

El Respeto a sí mismo y a los demás.
Cada persona, por su condición de ser humano, posee un conjunto de cualidades que le permite desarrollar su propio proyecto de vida. Esas cualidades se originan en la capacidad para:
Todas estas potencialidades del hombre y de la mujer les permiten ser dueños de su armonía, de su libertad y de su propio proyecto de vida. Ello conforma el patrimonio de vida, esencial y natural de cada persona.
Cualidades que constituyen la dignidad humana y la hacen acreedora a la valoración y al respeto.
Todo ser humano está obligado a respetar no solamente la vida, sino también la integridad física de las personas.

Respeto a los Bienes Propios y Ajenos
La necesidad de la convivencia impone el respeto a la propiedad personal, familiar y social. Quien posee valores, respeta celosamente la propiedad ajena, no por temor a la ley sino por un imperativo categórico de sus propios valores.
En Colombia se reconoce y respeta la propiedad privada (Artículo 58 de la Constitución), es decir, que cada persona tiene pleno derecho a poseer bienes materiales e inmateriales (propiedad intelectual, conocimientos, habilidades), también poseer plenamente su propio cuerpo, su dignidad y su existencia como ser humano.
Podemos concluir:
· Que, legalmente, se permite que cada quien posea y haga uso de sus propios bienes; además, sé prohíbe que una persona se apodere de los bienes que posea otra y, si procede de esta manera, será sancionada.
· Que, moralmente, mi comportamiento como ser racional y social me indica que para contribuir a una buena convivencia debo cuidar y respetar los bienes de los demás; basta mi condición de persona para comprender que los otros merecen igual respeto. Si actúo con este criterio pongo en práctica la moral o las buenas costumbres sociales.
· Que la ética está relacionada con mi propia personalidad y con la conciencia y los criterios de convivencia social. Para lograrlo es importante el control y dominio de la voluntad, practicar las buenas costumbres, frecuentar las mejores amistades y los ambientes sanos y pulcros.

Justicia
Este valor consiste en dar a cada uno lo que le pertenece, que le corresponde según su trabajo, y de acuerdo con sus necesidades.
Practicar la justicia significa crear las condiciones apropiadas para que la mujer encuentre su más alto destino mediante su plena realización; que el hombre se capacite progresivamente para servirse a sí mismo y a la sociedad; que el niño disfrute de la felicidad, preparándose para su destino futuro; y que el anciano tenga paz y serenidad, en justa retribución a la laboriosidad de su vida.
La justicia practicada en todas las situaciones vitales, contribuirá a la integración de nuestra sociedad, inspirada en valores más altos que los intereses civiles; en pleno proceso de solidaridad y desenvolvimiento.
Se necesita valor civil para imponer la justicia sobre los prejuicios y predilecciones personales, aún de los seres queridos; pero, como valor superior, no puede contradecir los altos intereses de la dignidad humana, intereses que deben ser su propia justificación.

2. Actitudes

Comunicarme
Cuando yo me comunico, espero que el otro me reconozca. y cuando el otro se comunica conmigo, espera igualmente ser reconocido por mí. La convivencia humana requiere que nos comuniquemos permanentemente, porque a través de la comunicación aprendemos a expresarnos, a comprendernos y comprometernos.

Interactuar
Todos somos extraños hasta que nos atrevemos a interactuar. Esto supone varios comportamientos:
· Acercarnos a los otros sin discriminación alguna, siguiendo las reglas de saludo y cortesía.
· Comunicarnos con ellos para reconocer sus sentimientos y mensajes lograr que reconozcan los nuestros.
· Convivir con los otros aceptando que ellos también comparten el mundo, buscan y desean ser felices. Así aprenderemos a ponernos de acuerdo, ya disentir sin romper la convivencia.
· Sobre todo, percibirnos y percibir a los otros como personas que evolucionamos y cambiamos en nuestras relaciones, guiados siempre por los derechos humanos.

Decidir en Grupo
Convivir supone sobrevivir y proyectarse, estos propósitos fundamentales no son posibles sino concertando con otros los intereses.
La concertación es condición de la decisión en grupo. Es la selección de un interés compartido, que al ubicarlo fuera de cada uno de nosotros, nos orienta y nos obliga a todos los que lo seleccionamos.
Para que una concertación genere obligación y sirva de orientación para el comportamiento, se requiere la participación directa de todos los comprometidos en ella.
El grado de convivencia de una sociedad depende de su capacidad de concertar intereses en lo familiar, gremial, regional, nacional e internacional.

Cuidarme
La salud es un bien personal y colectivo que se construye y desarrolla a base de comportamiento. Cuidar él "bien estar" físico y psicológico de sí mismo y de los otros es una forma de expresar el amor a la vida.
Cuidarme supone proteger la salud y la de todos como un bien social, y tener una percepción positiva del cuerpo. Sin una cultura del cuidado del cuerpo y de las condiciones de vida, no es posible el desarrollo adecuado de sistemas de salud y seguridad social.
Así mismo, quien cultiva diariamente actitudes mentales positivas podrá superar las circunstancias adversas y generar seguridad y proyección hacia los demás.

Cuidar el Entorno
Convivir socialmente es, ante todo, estar en el mundo y cuidar el lugar que habitamos todos.
Es hacer conciencia acerca de la ubicación responsable del hombre y de la mujer en el medio en el cual viven, del ecosistema del que hacen parte; igualmente, su interrelación solidaria con los demás seres humanos, su relación de cooperación con los seres vivos y la adecuada utilización de los seres inertes.
El ser humano debe en el momento presente establecer una nueva relación de atención y de respeto hacia el ambiente, cuyo equilibrio debe proteger teniendo en cuenta sus extraordinarias posibilidades ya la vez todo aquello que lo amenaza y atenta contra él.
La convivencia social es posible si aceptamos que somos parte de la naturaleza y del universo, y que no podremos sobrevivir si los destruimos.

Valorar el Saber Cultural y Académico
EI saber social (el académico y el cultural), está definido como el conjunto de conocimientos, prácticas, destrezas, procedimientos, valores, ritos y sentimientos, que una sociedad juzga válidos para vivir, convivir y proyectarse. Este saber es importante para la convivencia humana, porque es ahí, dentro de la cultura y el saber académico, donde nos corresponde vivir, modelarnos y evolucionar.
Los fundamentos que se han descrito deben orientar la relación entre todas las personas que conforman la comunidad educativa en un Centro de Formación del SENA. Son puntos de referencia en todo lo que atañe al convivir de unas personas con otras, y constituyen el espíritu
y el estilo de la comunidad educativa.

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